
La retinopatía diabética es una complicación ocular causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina.
Hay dos formas de esta enfermedad: la retinopatía diabética no proliferativa y la retinopatía diabética proliferativa.
En la primera, se produce pérdida de sangre o líquido en los vasos sanguíneos del ojo, lo que puede llevar a inflamación o formación de depósitos en la retina.
En la forma proliferativa, se generan nuevos vasos sanguíneos anormales debido al cierre generalizado de los existentes, lo que puede causar afectación de la visión central y periférica.
¿Qué es la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular derivada de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Se presenta en dos formas: la proliferativa y la no proliferativa.
Las etapas de la enfermedad ocular diabética
La retinopatía diabética puede desarrollarse en etapas diferentes, según el avance de la enfermedad.
En las primeras etapas, conocidas como no proliferativas, se produce una pérdida de sangre o líquido en los vasos sanguíneos de la retina, lo que puede causar inflamación y la formación de depósitos.
Estas alteraciones en los vasos sanguíneos pueden ser un indicio temprano de la enfermedad.
En una etapa más avanzada, denominada proliferativa, se produce el cierre generalizado de los vasos sanguíneos existentes en la retina y el nervio óptico.
Esto conduce a la generación de nuevos vasos sanguíneos anormales en un intento del cuerpo por compensar la falta de suministro sanguíneo.
Sin embargo, estos nuevos vasos sanguíneos son débiles y propensos a causar problemas graves como desprendimiento o arrugamiento de la retina.

Síntomas de la retinopatía diabética
Los síntomas de la retinopatía diabética pueden variar dependiendo de la etapa de la enfermedad.
En las etapas más tempranas, es posible que no se presenten síntomas significativos.
Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, es posible experimentar visión borrosa, dificultad para ver en la oscuridad, puntos negros o flotantes en el campo visual, cambios en la percepción de los colores y pérdida de visión central o periférica.
Es importante tener en cuenta que la presencia de estos síntomas puede no ser exclusiva de la retinopatía diabética, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico médico adecuado para determinar su causa y tratarla de manera oportuna.
Diagnóstico de la retinopatía diabética
La detección temprana y precisa de la retinopatía diabética es fundamental para prevenir la progresión de la enfermedad y preservar la visión.
Existen diferentes métodos que permiten evaluar y diagnosticar esta condición ocular.
Examen médico de los ojos

El oftalmólogo es el especialista encargado de realizar el examen médico de los ojos para detectar la presencia y el grado de retinopatía diabética.
Durante este examen, se dilatan las pupilas del paciente para poder observar con mayor detalle la retina.
El médico utiliza un oftalmoscopio, una herramienta que proyecta luz en el ojo y permite examinar la característica de los vasos sanguíneos y cualquier alteración en la retina.
Fotografías y angiografía de fluoresceína
Además del examen médico, se pueden realizar pruebas complementarias para obtener imágenes más precisas de la retina y evaluar su estado.
Una de estas pruebas es la fotografía a color de la retina, que permite documentar el aspecto de los vasos sanguíneos y detectar cualquier anormalidad o lesión.
Tratamiento de la retinopatía diabética
Control de la diabetes
El control adecuado de la diabetes es fundamental para el tratamiento de la retinopatía diabética.
Esto implica llevar un control estricto de los niveles de azúcar en la sangre, siguiendo las indicaciones del médico.
Es importante llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente. Además, la toma correcta de la medicación antidiabética es esencial para mantener los niveles de azúcar estables.
Terapia con fármacos anti-VEGF
La terapia con fármacos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) es una opción de tratamiento efectiva para la retinopatía diabética.
Estos medicamentos, como ranibizumab, bevacizumab y aflibercept, ayudan a inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina y el nervio óptico.
Se administran mediante inyecciones intravítreas bajo la supervisión de un oftalmólogo.

Fotocoagulación con láser panretiniano
La fotocoagulación con láser panretiniano es un procedimiento en el que se utiliza un láser para sellar o destruir los vasos sanguíneos anormales que causan la retinopatía diabética.
Este tratamiento se enfoca en las áreas de la retina con mala circulación sanguínea.
El láser produce pequeñas quemaduras controladas que ayudan a reducir la neovascularización y el riesgo de hemorragias.
Vitrectomía en casos graves
En situaciones más graves de retinopatía diabética, puede ser necesaria una vitrectomía.
Esta es una cirugía en la cual se extrae el vítreo, el gel que llena el centro del ojo, y se reemplaza por una solución salina.
La vitrectomía puede ser utilizada para tratar el desprendimiento de la retina y otras complicaciones oculares graves asociadas con la retinopatía diabética proliferativa.
Prevención de la retinopatía diabética
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular que puede ser prevenida o su progresión puede ser retardada mediante la adopción de ciertas medidas.
A continuación, se describen las principales acciones que puedes tomar para prevenir complicaciones relacionadas con la retinopatía diabética.
Revisiones oftalmológicas anuales

Es fundamental someterse a revisiones oftalmológicas de manera regular, al menos una vez al año, especialmente si se padece diabetes.
Estas revisiones permiten detectar de forma temprana cualquier signo de retinopatía diabética y tomar las medidas necesarias para controlarla.
El oftalmólogo realizará una exploración detallada de los ojos para evaluar el estado de la retina y detectar cualquier anormalidad que pueda indicar la presencia de la enfermedad.
Mantener un control estricto de los niveles de azúcar en la sangre
El control adecuado de los niveles de azúcar en la sangre es esencial para prevenir o retrasar la aparición de la retinopatía diabética.
Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y seguir el plan de tratamiento prescrito por el médico son medidas clave para mantener los niveles de azúcar en un rango saludable.
Además, es importante llevar un registro regular de los niveles de glucosa en sangre y ajustar el tratamiento si es necesario en consulta con el médico.

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Estilo de vida saludable
Adoptar un estilo de vida saludable puede contribuir significativamente a la prevención de la retinopatía diabética.
Esto implica evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones oculares.
Además, mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y mantener los niveles de colesterol bajo control también son factores importantes para proteger la salud ocular.
Buscar atención médica ante cambios en la visión
Es crucial estar atento a cualquier cambio en la visión y buscar atención médica de inmediato si se detecta alguna anomalía.
Aunque los cambios en la visión pueden ser causados por diversos factores, es importante descartar la posibilidad de que estén relacionados con la retinopatía diabética.
Un oftalmólogo podrá evaluar los síntomas y realizar los exámenes necesarios para determinar el origen de los problemas visuales y proporcionar el tratamiento adecuado si es necesario.
Recuerda que la prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales para proteger tu visión y prevenir complicaciones graves asociadas a la retinopatía diabética.
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